La quiropráctica funciona porque usted es un organismo que se cura a sí mismo, controlado y regulado por su sistema nervioso. Millones de instrucciones fluyen desde su cerebro, a través de la médula espinal y hacia cada órgano y tejido. Las señales enviadas de vuelta al cerebro confirman si su cuerpo está funcionando como debiera. El movimiento o la posición inapropiada de los huesos movibles de la columna, pudiera interferir con este intercambio vital, irritando los nervios en su cercanía y los tejidos que estos controlan. Los ajustes quiroprácticos precisos tienen la intención de mejorar las comunicaciones mente/cuerpo. Usualmente la salud regresa al mejorar el control del sistema nervioso sobre el cuerpo.
La quiropráctica es una ciencia, un arte y una filosofía. Es un hecho científico que su cerebro y sistema nervioso controlan cada célula, tejido y órgano de su cuerpo. Las investigaciones confirman que la interferencia al sistema nervioso altera la manera en que el cuerpo funciona. Las interferencias en los nervios son más comunes a lo largo de la columna. Un examen objetivo ayuda a localizar estas interferencias; llamadas subluxaciones, y los precisos ajustes quiroprácticos están diseñados para ayudar a corregirlas o reducirlas.
¡La quiropráctica no cura nada! Y tampoco es un tratamiento para ninguna enfermedad. De haber alguna cura, su propio cuerpo la realizará. No los médicos. Y con seguridad no los fármacos. Los mejores médicos reducen las interferencias que pudieran estar evitando que su cuerpo exprese su capacidad innata de sanación. Es por ello que los quiroprácticos están interesados en el sistema nervioso. Una vez que el suministro nervioso se ha restablecido, sus habilidades para curarse a sí mismo se liberan.
Separando cada hueso vertebral hay un tipo especial de tejido llamado disco. Su fibroso anillo exterior contiene un material gelatinoso. Este suave centro sirve como un “cojín de bolas” para el movimiento articular. Debido a la forma en la que los discos se unen a las vertebras por arriba y por debajo, de hecho se puede “deslizar”. Sin embargo, un disco pudiera abultarse, desgarrarse, herniarse, reducirse, tener un prolapso o secarse.
De hecho, un nervio pinchado es algo poco común. Lo más probable es que un hueso de la columna irrite, estire, roce o trille la raíz de un nervio cercano. Estas “subluxaciones” podrían distorsionar los importantísimos mensajes enviados desde y hacia el cerebro. Esto pudiera producir alteraciones malsanas en cuanto a la manera como los órganos afectados y los tejidos son capaces de funcionar.
Usualmente las subluxaciones son el resultado de estrés físico, emocional o químico. Dentro del estrés físico pudiéramos incluir el resbalarse y caerse, accidentes, movimientos repetitivos o levantar objetos inapropiadamente. Estrés emocional como el duelo, la ira o depresión, puede causar subluxaciones. El alcohol, las drogas o conservantes son ejemplos comunes de estrés químico.
Usted pudiera tener subluxaciones y no saberlo. Así como en las etapas tempranas del deterioro dental o incluso el cáncer, las subluxaciones pudieran estar presentes sin que haya síntomas evidentes. Un examen exhaustivo revelará la ubicación y severidad de cualquier subluxación que usted tenga.
Sí. Aprender a caminar, montar bicicleta o hacer deportes puede causar subluxaciones, que a menudo pasarán como simples “problemas del crecimiento”. La atención quiropráctica ayuda a detectar y corregir estas distorsiones de la columna, proporcionando un camino menos obstruido para un desarrollo apropiado. Ignorados, estos problemas pudieran empeorar hasta hacerse más difíciles de corregir en la etapa adulta.
Algunas veces. La vida agitada de hoy día puede ser una fuente constante de subluxaciones. Afortunadamente, nuestro cuerpo tiene la capacidad de corregir por si mismo estos problemitas; al doblarnos y estirarnos, o algunas veces mientras dormimos por la noche. Cuando las subluxaciones no se resuelven, ¡necesitas venir a vernos para un ajuste quiropráctico!
¡Un ajuste se siente bien! Muchos pacientes indican una sensación de bienestar y una tranquilizante sensación de soltura. Frecuentemente se requiere repetir los ajustes, y si estos ajustes fuesen incómodos, los pacientes no volverían. Los quiroprácticos se destacan por hacer de los ajustes vertebrales algo cómodo y efectivo.
No es muy probable. El ajuste quiropráctico es especial. Es la justa cantidad de energía, aplicada al sitio justo en el momento justo. La intensión es lograr que una articulación vertebral “trabada” recupere la movilidad, ayudando a reducir la interferencia nerviosa. Años de entrenamiento, práctica y experiencia hacen del ajuste quiropráctico algo específico y efectivo.
No. Generalmente, solo se ajusta a las articulaciones que estén “trabadas”. Las articulaciones que hayan tenido que compensar, volviéndose inestables, se pasan por alto para que los músculos y ligamentos puedan sanar y fortalecerse.
Sí. Una investigación del gobierno de Nueva Zelanda encontró que los ajustes quiroprácticos son “muy seguros”. El examen exhaustivo ayuda a identificar al individuo poco común para quien la atención quiropráctica pudiera no resultar adecuada. Compare las estadísticas. Los ajustes son alrededor de 100 veces más seguros que el tomar un analgésico común de los que se vende sin receta.
No. Algunas personas podrán hacer que sus articulaciones “traqueen”, pero ¡eso no es un ajuste! Peor aún, se pueden producir daños por aplicar tensión y presión habitual en las articulaciones, músculos y ligamentos. Los ajustes son específicos y toma años dominarlos. Hasta un quiropráctico tiene que consultar con su colega para beneficiase de la atención quiropráctica.
Fluidos especiales lubrican cada articulación vertebral. Algunos métodos para ajustar pudieran producir un sonido al cambio en el gas y fluidos en la articulación – como cuando abrimos una soda o botella de champagne. El sonido es fascinante, pero no constituye una guía para determinar la calidad o efectividad de un ajuste.
No. la columna de cada paciente es única, y el plan de atención para cada paciente es diferente. Con 24 huesos vertebrales (que pueden moverse en ¡siete direcciones diferentes cada uno!), vemos una amplia variedad de patrones vertebrales. La atención de cada quien está hecha a la medida para su edad, su condición y las metas que tenga en cuanto a su salud.
La cantidad y frecuencia de los ajustes varía con cada paciente. La mayoría de los pacientes percibe un progreso en una o dos semanas. A medida que los músculos de soporte y los ligamentos sanan, las visitas pudieran hacerse menos frecuentes. Casos más difíciles, crónicos, pudieran necesitar visitas regulares, a lo largo de muchos meses y años, para que hayan cambios duraderos.
Por supuesto. Al trazar su plan de atención quiropráctica, el quiropráctico considera sus circunstancias personales. Hay muchas maneras de ajustar una columna. El método seleccionado será el que más adecuadamente se acomode a su edad, tamaño y cualquier problema de salud que pudiera tener.
Sí. Naturalmente, su quiropráctico evitará las aéreas quirúrgicamente modificadas en su columna. Se sabe que la cirugía causa inestabilidad por encima y por debajo de la zona afectada. Con seguridad, ésta será el foco de su atención quiropráctica.
Sí. El embarazo puede ser uno de los mejores momentos para beneficiarse de la atención quiropráctica. Lo mejor es tener un sistema nervioso que trabaja adecuadamente, pero esto es especialmente provechoso durante el embarazo. Los métodos de ajuste son modificados al tamaño, peso y condición de la madre. Durante este periodo de aumento de peso y cambios hormonales, muchas madres solicitan atención quiropráctica porque no usa fármacos. Muchas reportan tener partos más cortos y fáciles.
Aún los métodos de parto “natural” de hoy día pudieran causar estrés en la columna del bebé. Cólico, falta de apetito, infecciones en los oídos o hábitos erráticos del sueño pudieran ser signos de molestias en la columna debido al proceso de parto. Los ajustes pediátricos son suaves. Sabiendo con exactitud donde ajustar, la cantidad presión aplicada no es mayor de la que usaría para verificar la madurez de un tomate.
No. Los quiroprácticos no surten fármacos. Porque confiamos en los métodos naturales, podemos mostrarle cómo utilizar hielo para controlar los síntomas de dolor. Cuando se usa adecuadamente, el hielo puede tener un efecto analgésico, sin los efectos secundarios comúnmente asociados a muchos medicamentos para el dolor.
Luego de obtener el alivio que querían, muchos pacientes deciden continuar con algún tipo de tratamiento periódico. Estas visitas pueden ayudar a darle soporte a las etapas finales de sanación y ayudan a detectar y resolver nuevos problemas antes de que se vuelvan graves. Nuestro trabajo es ofrecer la mejor atención que podamos, y su trabajo es decidir cuánta atención desea.
Naturalmente, los resultados varían. Muchos reportan una restauración de las curvas vertebrales y energía renovada y vitalidad. Aquellos que descuidan su salud o retrasan el tratamiento muchas veces ven un progreso más lento. Aún después de la mejoría, muchos pacientes descubren que los exámenes quiroprácticos periódicos pueden ayudar a evitar una recaída.
Si no lográsemos encontrar y reducir la causa fundamental de su problema particular de salud, le referiremos a otros especialistas fidedignos que tal vez pudiesen ayudarle. Su salud y satisfacción es nuestro único objetivo.
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